Mi largo camino en la Educación Técnica
“ No Nací para ser princesa, al menos en el cuento mío, prefiero hacerme la promesa de hacer mí ruta en el camino”.
Hacer mí ruta en el camino que no fue nada fácil, como estudiante, profe de Electromecánica y Jefe de Área recuerdo mí ingreso en la escuela secundaria, al ingresar vi ese moustro de edificio con ladrillo a la vista y eran todos hombres excepto las preceptoras y algunas profesoras, recuerdo que la primer clase que tuve fue Dibujo Técnico un profe súper alto con bigotes, al ir al aulas que llamaban la pecera miro a los costados y solo veo dos compañeras, un profe súper agradable, pero el problema vino en el recreo quise ir al baño y me encuentro la novedad que no había baños para alumnas debíamos esperar que pasará el recreo e ir al baño de las profes, lo cual era todo un problema debíamos salir de clases, termina el año sin ningún otro impedimento.
Arranca segundo año y empieza a complicarse ya no tenía los profes hombres copados que había tenido en primer año, y ahí empieza el duro camino de ser mujer en la educación técnica, empiezan las burlas , el menosprecio solo por ser mujer, el no dejarte usar herramientas por qué no te lastimes era su argumento, como si no pudiera comprender cómo usarlas, cada año se hacía más duro y complicado ya que debías demostrar que el banco que usabas lo tenías ganado, hacerte ir días extra recuerdo que teníamos semanas alternas una semana íbamos 2 días y la otra tres yo terminaba yendo toda la semana porque como era mujer no iba a poder terminar, me daban ejercicios extra para llegar al 7, y ni hablar de la burla no podes porque no le decís a tus padres que te saquen y te manden a una media.
Cómo mujer recuerdo en los último tres años debía llevar para el café siempre galletitas ya que era mujer o me daban más trabajo porque debía demostrar que estaba a la altura de los varones.
En 6to año recuerdo que un profe pide que hagamos mantenimiento en un torno, desarmo el torno con mis compañeros al volver el profe me empieza a gritar que yo no podía hacerlo que debían hacerlo mis compañeros, me suspenden 2 semanas, porque yo era mujer y no podía tocar los tornos .
Me recibo y vuelvo como profe creí que iba a ser diferente y me encuentro que se recrudece, pasar saludar y no tener respuesta, mágicamente que te rompan los candados del locker y desaparezcan los trabajos de los alumnos, que en el pañol jamás allá herramientas para trabajar con tus alumnos, ni hablar de todas las habladurías de tu conducta cómo mujer.
Ingresar a una escuela y ser observada constantemente para ver si sabes tornear, o que te digan frente a tus alumnos alguna frase inapropiada sobre tu cuerpo, empezar a ser perseguida porque te negaste a salir con algún docente…
Escuchar algún superior decirte “aca no enseñamos a nadie”sin saber ni siquiera tu formación …
El grave pecado era ser mujer e ingresar a taller, con tacos y pantalones ajustados, a dictar clases, si era un mundo de hombres.
Pero el peor de los pecados fue querer ser Jefe de Taller ¡Cómo una mujer ex alumna iba a estar en ese cargo¡ Que sabe cómo nos va a dar órdenes, fue mí peor error, demostrar que una mujer podía estar al frente de un taller después de 45 años de manejo de hombres…
Luchar día a día para que no escondan las herramientas, los materiales, tratar siempre de ir con un testigo para evitar los gritos, el menos precio frente a los alumnos, cada decisión recibir cuestionamientos…, y al no poder quebrarte intelectualmente deben aplicar la violencia verbal y física con lo cual mantenerse psicológicamente fuerte ya es imposible y ese es el momento de dar un paso al costado.
Con esto quiero decir que es muy difícil mantenerse en un puesto jerárquico en la Educación técnica.
Aunque nobleza obliga no todos los hombres de la técnica son iguales pero está minoritaria, hacen que tu camino sea difícil y contraponiendo esto hay escuelas que nunca me hicieron sentir menos, al contrario me apoyaron y en algunos casos me han enseñado…
Puede ser porque son escuelas más jóvenes con contemporáneos generacionales. Y estas son las que te dan la fuerza de seguir en este camino.
Hay normativas, resoluciones y leyes, que amparan el trabajo de la mujer, pero en Educación Técnica en algunas escuelas parece no existir, parece desobecerlas.
Ya en el siglo XXI con Misterio de la mujer, ley de violencia de género, con normativas que amparan a las mujeres y una ley de Educación Técnico profesional en el artículo 40, habla de igualdad de condiciones, parece no cumplirse, sumado a una sociedad que hoy sigue siendo un sesgo patriarcal, donde la educación técnica está destinada a varones, contraponiéndose, con la mirada de paridad y de perspectiva de género que hoy tiene el Ministerio de Educación, INET y Dirección de técnica que alientan el ingreso de la mujer en Educación técnica para desintegrar la brecha de género que hay , romper con los estereotipos de masculinidad que hay en la modalidad y superar la proporción 1 alumna cada 100 alumno, incorporar una perspectiva de género para que más alumnas ingresen y permanezcan en la Educación Técnica, ya que el mundo laboral cambio, que la mujer avanza a más puestos de trabajo, y ya no hay diferencia de sexo para trabajos de ingeniería ni de tecnología, pero esto demuestra que la mujer sigue estando en desventaja, que al excluir a las pocas mujeres que hay sigue faltando referentes para romper con la brecha que hay en la modalidad.
Creo que para erradicar esto es una decisión política, implementando una fuerte campaña para que los alumnos , hombres de mañana tengan otra mirada y que pueda haber una paridad de género.
La educación no tiene género y en la ETP en el siglo XXI ya no debería existir
