estrategias de enseñanza

Enfoque educativo basado en competencias. Una aproximación conceptual

Competencias y capacidades: ¿Cómo llevarlas al aula?

La idea de que la educación necesita encaminarse hacia el aprendizaje de estrategias, capacidades y competencias que permitan a las personas aprender por sí mismas, lo que necesitan saber para desenvolverse en sus espacios vitales, no es nueva.  Los vertiginosos cambios de la realidad son cada vez más rápidos y pueden generar cada vez con mayor facilidad, altos grados de incertidumbre.  Alcanza con detenerse a mirar el impacto que la Inteligencia artificial en sus diferentes vertientes, está teniendo en el mundo educativo.

La nueva educación se halla obligada a repensarse desde y para esa complejidad; se hace evidente la necesidad de postular nuevas visiones acerca del fenómeno educativo que trasciendan la concepción disciplinar, segmentada y academicista.  Necesitamos ir en la búsqueda de una práctica educativa más sensible, integradora, cuyo eje sea enseñar a indagar más que a repetir, integrar las ciencias a las humanidades propiciando encuentros que faciliten la comprensión de lo complejo, fomentar el conocimiento autónomo y a la vez el trabajo en equipo, formar ciudadanos del mundo capaces de interaccionar con el entorno de una manera ética y creativa como receptores, pero especialmente, como constructores de saberes nuevos. 

Es claramente notoria la necesidad de enseñar a dominar competencias para aprender a aprender, para desarrollar curiosidad y espíritu explorador y desandar la capacidad de planificación y previsión que permita enfrentar problemas nuevos, con soluciones alternativas adecuadas.  La escuela necesita, cada vez más más, aprender a establecer relaciones significativas entre los hechos de la vida y los aprendizajes adquiridos en ella.  

En este marco, el enfoque educativo basado en competencias ha cobrado un auge inusitado en todo el mundo.   La nueva -o no tan nueva- mirada remite a la idea de aprendizaje significativo, donde la noción de competencia tiene múltiples acepciones, las cuales suelen referir a la capacidad -expresada por los conocimientos, habilidades y actitudes- que se requiere para ejecutar una tarea de manera inteligente y ética, en un entorno real.  Si bien se trata de un concepto polisémico, en general, al hablar de formación en competencias nos referimos al resultado de un proceso de integración de saberes en un contexto real y se asocia a criterios de ejecución y desempeño responsable.  Esta nueva perspectiva supone lo que Verónica Voix Mansilla expresa con sobrada simplicidad en una entrevista: “para la educación basada en competencias, el reto es que el alumno pueda interpretar el mundo a través de lo que aprende en la escuela”.[i]

Competencias vs. contenidos. ¿opuestos o complementarios? 

Existe en torno a la enseñanza en el enfoque de las competencias una suerte de debate, muchas veces dirimido en el marco de una falsa dicotomía: enseñar contenidos o enseñar capacidades que permitan desarrollar competencias.    Nuestra respuesta a este debate invita a superar la pregunta en términos de dilema.  No se trata de pensar en enseñar contenidos o capacidades; más bien de enseñar ambas cosas desde un cambio de perspectiva.  

Las capacidades y las competencias constituyen, en este sentido, una base desde la cual se procesan, incorporan y producen nuevos saberes.   Las capacidades suelen estar necesariamente asociadas a los contenidos involucrados en los aprendizajes que se definen en los diferentes diseños y propuestas curriculares, aún cuando los mismos no estén definidos en términos de capacidades o competencias.  Las capacidades no pueden ser desarrolladas en el vacío, siempre están vinculadas a aprendizajes y contenidos.  Los logros en la adquisición y desarrollo de las capacidades se alcanzan al operar con esos mismos contenidos, cada uno de los cuales incide sobre ese desarrollo y lo enriquece.   

Competencias y capacidades: ¿Cómo llevarlas al aula?

Para poder generar propuestas de aula capaces de desarrollar capacidades y competencias en nuestros estudiantes, es crucial comprender que la competencia tiene un rol organizador en el diseño del currículum, dejando de lado una visión memorística y academicista de la educación para centrar la misma en el abordaje de problemas y situaciones de la vida real. (Jonnaert, P. et al, Perspectivas, UNESCO, 2007).

En este marco, son fundamentales las propuestas de educación activa que propicien un encuadre de aprendizaje, reflexión y acción en la experiencia didáctica.  Así, los métodos de Aula Invertida, Aprendizaje Basado en problema o Aprendizaje Basado en proyectos pueden ser excelentes alternativas a la propuesta clásica. Asimismo, dinámicas y estrategias como el uso de rutinas de pensamiento, salas de escape u otras propuestas de Gamificación educativa, pueden aportar el contexto experiencial que se requiere para desandar estos aprendizajes. Por otro lado, a la hora de evaluar, las propuestas de evaluación auténtica que se enmarcan en perspectivas evaluación formativa, se evidencian como las más convenientes para el enfoque basado en competencias.

Para seguir leyendo sobre el tema, Educación Basada en Competencias, un libro de Domingo Borba y Mariela Cuda, editorial Bonum. 


[i] https://eldiariodelaeducacion.com/2018/11/28/el-reto-es-que-el-alumno-pueda-interpretar-el-mundo-a-traves-de-lo-que-aprende-en-la-escuela/

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Mariela Cuda

Mariela Cuda es Autora, capacitadora y formadora docente. Conferencista y tallerista internacional. Mg. en Neurociencias cognitivas y Mg. Inteligencia emocional. Esp. Inv. científica. Lic. en Gestión educativa. Autora de Neurociencias, didáctica y pedagogía y Aulas de hoy en escuelas de ayer. (Bonum)

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