Educación

Las nuevas necesidades de la escuela secundaria…

La lejanía entre las necesidades de la escuela secundaria y la formación docente

En este breve escrito, quisiera reflejar la lejanía cada vez mayor que existe entre las necesidades de la escuela secundaria y la formación docente.

Las necesidades de la escuela secundaria han cambiado. Potenciadas por la pandemia, distintas problemáticas se han profundizado. Educación emocional, bullying, discriminación, consumos, adicciones, conflictos sociales, entre otros, son temas que han ganado protagonismo y que requieren trabajarse sistemáticamente.

La conflictividad subió, la capacidad de los alumnos para resolver las situaciones por si mismos disminuyó y la demanda de las familias aumentó.

Por otro lado, la mirada que se tenía hace no tanto tiempo sobre los conflictos escolares cambió. Las escuelas pasaron de un régimen disciplinario en donde el conflicto era castigado y la familia debía hacerse cargo de la reflexión, a un sistema de convivencia en donde predomina la reflexión y el diálogo y la sanción por si misma ya no tiene valor. Esto da lugar a que las distintas situaciones emergentes y acciones preventivas deban abordarse en el aula.

Ahora, ¿Están realmente capacitados los docentes para poder hacerlo?

La formación docente se basa en adquirir los conceptos y competencias del área que se ha elegido y desarrollar las herramientas para transmitirlos, pero es muy poco lo que se aborda sobre educación emocional, manejo de grupos o resolución de conflictos y menos aún problemáticas como consumos, adicciones, bullying o discriminación.

¿Puede un docente que recibió formación únicamente en su área abordarlas?

Las aulas de hoy distan mucho de lo que eran previo a la pandemia. Estas problemáticas han tomado tanto protagonismo que interfirieren directamente en las prácticas diarias. El impacto es directo sobre el aprendizaje de los alumnos y sobre las prácticas docentes.

¿Puede un docente sumar a las temáticas que debe abordar en clase, el tiempo y el trabajo necesario para poder profundizar estos temas tan complejos?

Le ley de Educación Sexual Integral incluye dentro de sus ejes muchas de estas temáticas, pero si bien fue sancionada en 2006, no ha calado aún en el seno de todas las instituciones educativas y muchos docentes no se sienten preparados o cómodos para abordar sus problemáticas sistemáticamente.

Hoy por hoy, los docentes deben formarse continuamente. Para hacerlo dependen plenamente de su tiempo y voluntad (tiempo del cual no disponen, pero no quisiera explayarme acerca de las condiciones laborales de los docentes en este artículo). En algunos casos, las escuelas son las que brindan las capacitaciones, pero estas no suelen tener el efecto deseado ya que no responden a un plan de acción en el que todos los actores de la comunidad se involucran (docentes, alumnos, equipos de conducción, EOE, familias) sino que se trata puntualmente una de estas problemáticas con alguno de los grupos involucrados.

Conversando con equipos docentes, no hay aún una comprensión total del cuándo ni el cómo. Cuando deben trabajarse estas temáticas y como deben abordarse. La sensación es que la currícula de la materia va por una vía y el trabajo sobre estas problemáticas va por otra.

Por otro lado, vale la pena aclarar que un alumno de secundaria puede tener 10 profesores distintos a lo largo de una semana, por lo tanto es vital que haya una coordinación de estos espacios de intervención por parte de los equipos de conducción.

Creo que hay distintas puertas de entrada para estos temas.

En primer lugar, desde un cambio en la formación. Es necesario un análisis profundo de las problemáticas de los adolescentes y un plan de formación para docentes y equipos directivos para poder afrontarlas y abordarlos de manera consciente y sistemática. Incluir estos temas en la formación docente es tan importante como brindarle las herramientas para poder transmitir sus conocimientos.

En segundo lugar, desde la inclusión de estas problemáticas en los diseños curriculares del secundario. Como mencionaba antes, si bien la ESI incluye varias de estos temas, no están explicitas en los diseños y el profesor queda parado en la dicotomía de abordarlos o de seguir atrás de lo que “debe dar” en clase. Cuanto más se integren estas problemáticas al curriculum, mejor será el impacto de las intervenciones y de la mirada global sobre ellas resultando en mejores condiciones de aprendizaje y clima escolar.

En tercer lugar, desde la conformación de espacios y equipos de trabajo para abordarlas. La coordinación y el acompañamiento de parte de los equipos de conducción es vital y el brindar los espacios necesarios para planificar e intercambiar experiencias también lo es.

En cuarto lugar, y creo que es un punto vital, involucrar a todos los actores. Docentes, equipos de conducción, EOE, familias y alumnos deben participar de los espacios que se brinden para poder trabajar en profundidad las problemáticas adolescentes.

Trabajar profundamente estos temas tendrá un impacto positivo directo sobre el clima escolar. Es muy importante lograr que se visibilice esta problemática creciente, que se ponga en la mesa de trabajo de las escuelas y que se diseñen estrategias para abordarlas.

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Federico Sambartolomeo

Federico Sambartolomeo - Director General sede Olivos en St. Luke's College

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