Tecnología y Educación

El impacto de las pantallas en la educación

La brecha generacional y el desafío digital en casa

Es con una preocupación creciente que observamos cómo el uso excesivo de pantallas y dispositivos móviles está generando desafíos significativos en el rendimiento y bienestar de los estudiantes de nivel secundario y terciario. Lo que comenzó como una herramienta de conexión y acceso a la información, se ha transformado en un factor que mina su concentración y su desarrollo académico y social.

Estamos viendo cómo el tiempo dedicado a actividades como juegos online (por ejemplo, Roblox), las apuestas en línea y el consumo desmedido de redes sociales afecta directamente la capacidad de los jóvenes para involucrarse plenamente en el proceso educativo. La atención sostenida, fundamental para el aprendizaje profundo, se ve comprometida por la constante estimulación y las interrupciones que generan estos hábitos digitales. Esto se traduce en:

  • Dificultades de concentración: La necesidad de gratificación instantánea y la multitarea digital fragmentan la atención, haciendo que les cueste enfocarse en tareas académicas que requieren esfuerzo prolongado.
  • Menor rendimiento académico: La falta de concentración y el tiempo invertido en pantallas restan horas valiosas de estudio y descanso, impactando directamente en sus calificaciones y comprensión de contenidos.
  • Aislamiento social y deterioro de habilidades blandas: A pesar de la «conexión» digital, se observa una disminución en la interacción cara a cara y en el desarrollo de habilidades sociales esenciales para la vida adulta y profesional.
  • Problemas de salud mental: El uso excesivo, especialmente de redes sociales y apuestas, puede derivar en ansiedad, depresión, problemas de sueño y, en casos graves, ludopatía, afectando profundamente su bienestar integral.
  • Falta de interés en actividades fuera de pantalla: Disminuye la participación en deportes, actividades culturales o comunitarias, empobreciendo su experiencia de vida y limitando su visión del mundo.

El desafío de comprender la brecha generacional en el uso de pantallas

Es fundamental que como educadores y como sociedad, enfoquemos nuestra preocupación en una realidad clave: muchos padres no logran dimensionar la profundidad y la naturaleza de los estímulos actuales que sus hijos reciben a través de las pantallas, muy distintos a los juegos y entretenimientos de hace 10 o 20 años atrás. Esta brecha generacional en la comprensión del entorno digital se convierte en una barrera significativa para abordar el uso excesivo de celulares, los juegos online, las apuestas y las redes sociales.

Lo que para los adultos puede parecer un simple «juego», es hoy un universo de algoritmos diseñados para generar adicción y retener la atención al máximo. Los juegos actuales como Roblox, por ejemplo, no son solo plataformas de entretenimiento; son ecosistemas sociales complejos, donde se invierte dinero real, se establecen jerarquías, y se experimenta una gratificación constante que redefine el concepto de ocio. Las apuestas online, por su parte, exponen a los jóvenes a riesgos financieros y psicológicos extremos, muchas veces invisibles para los padres que no transitaron esa realidad en su juventud. Las redes sociales no son solo un medio para conectar; son plataformas que monetizan la atención, generan presiones estéticas y sociales intensas, y exponen a los jóvenes a contenidos sin filtro, afectando su autoestima y su percepción de la realidad.

Esta diferencia abismal en los estímulos genera una falta de conciencia parental sobre el verdadero impacto que estas herramientas tienen en el desarrollo cognitivo, emocional y social de sus hijos. Si los padres no comprenden la sofisticación de estos mecanismos, les resulta difícil establecer límites efectivos, identificar señales de alerta o incluso dialogar constructivamente sobre los riesgos.

Es imperativo que trabajemos en acortar esta brecha digital y generacional, ofreciendo a los padres información clara y herramientas prácticas para que puedan entender mejor el mundo en el que sus hijos se desenvuelven. Solo a partir de esa comprensión mutua podremos construir estrategias conjuntas para fomentar un uso más consciente y saludable de la tecnología, protegiendo así el bienestar y el futuro de nuestros estudiantes.

Claves para un equilibrio digital saludable

Frente a este complejo panorama, es crucial que tanto las familias como las instituciones educativas unamos esfuerzos. Aquí te dejamos algunas claves para fomentar un uso más consciente y beneficioso de las pantallas en la vida de nuestros jóvenes:

  • Fomentar el diálogo abierto y curioso: en lugar de prohibir o juzgar, invita a tus hijos a contarte sobre los juegos que usan, las redes que frecuentan o las comunidades a las que pertenecen. Pregúntales qué les atrae, qué aprenden o qué desafíos encuentran. Un diálogo empático es el primer paso para la comprensión.
  • Educarse constantemente sobre el ecosistema digital: como adultos, es nuestra responsabilidad informarnos sobre las nuevas plataformas, los riesgos asociados (como el ciberacoso, la exposición a contenidos inapropiados o las adicciones conductuales) y cómo funcionan los algoritmos que buscan captar la atención. ¡no podemos proteger lo que no conocemos!
  • Establecer límites claros y consistentes: define reglas de tiempo de pantalla (diarias o semanales), crea «zonas libres de celular» en casa (como la mesa durante las comidas o los dormitorios por la noche) y promueve horarios de descanso digital. la consistencia es fundamental para que los límites sean efectivos.
  • Promover y valorar actividades fuera de pantalla: incentiva la participación en deportes, actividades artísticas, lectura, voluntariado o simplemente el juego al aire libre. ayúdalos a descubrir pasiones que les ofrezcan gratificación más allá de la virtualidad, enriqueciendo su vida social y desarrollo personal.
  • Ser un modelo a seguir: reflexiona sobre tu propio uso de pantallas. ¿Estamos los adultos dando el ejemplo de un equilibrio saludable? Nuestros hábitos son un poderoso mensaje para nuestros hijos.
  • Buscar apoyo y asesoramiento profesional: si identificas señales de uso problemático o adicción (ansiedad al no tener el dispositivo, aislamiento severo, irritabilidad, bajo rendimiento escolar, etc.), no dudes en buscar la orientación de psicólogos, terapeutas o especialistas en salud digital.
  • Trabajar en alianza con la escuela: mantén una comunicación fluida con docentes y directivos. compartir observaciones y preocupaciones permite coordinar estrategias y ofrecer un frente unido para el bienestar y el desarrollo integral de los estudiantes. la escuela es un pilar fundamental en la alfabetización digital responsable.

En este escenario desafiante, es fundamental que asumamos nuestra responsabilidad compartida. El futuro de nuestros jóvenes depende de cómo abordemos hoy los desafíos que presentan las pantallas y la brecha de comprensión que a menudo existe. No podemos permitir que la tecnología, que tiene un potencial tan vasto, se convierta en un obstáculo para su desarrollo y bienestar. Es momento de actuar con conciencia, diálogo y compromiso, para asegurar que nuestras escuelas sigan siendo semilleros de conocimiento y nuestros hogares, refugios de apoyo y guía.

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Verónica Steven

Profesora de informática, con distintas especializaciones y diplomaturas. Actualmente está terminando la Diplomatura en IA orientada a la Educación en la Universidad de Catamarca. Soy de Nogoyá, en el centro de la provincia de Entre Ríos. Con más de 23 años de experiencia docente en instituciones públicas y privadas de diversas localidades. Actualmente, trabaja en la Escuela Normal Superior Dr. Antonio Sagarna y en el Instituto Superior de Formación Docente "Ntra. Sra. del Huerto" en la ciudad de Nogoyá.

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