La evaluación no es una “pieza” con una sola arista. Más bien es un abanico de oportunidades que es muy útil de acuerdo a la opción implementada.
Desde mi experiencia personal, desde materias como: matemática, física, química y biología, fundamentalmente en el ciclo superior del nivel secundario; y con resultados alcanzados que lo avalan institucionalmente.
Pero fundamentalmente con la satisfacción del encuentro con mis ex estudiantes, donde aún recuerdan cuestiones aprendidas en las clases, y la utilidad de las estrategias implementadas.
Desde mi punto de vista, la evaluación mejora el aprendizaje porque nos indica a los docentes que “no estamos haciendo bien”, y “que no nos están entendiendo nuestros estudiantes”. Es decir, es nuestra referencia para girar el timón y modificar el rumbo de nuestras clases.
Otra de las razones en las que considero que las evaluaciones mejoran los aprendizajes, es cuando son constantes y colaborativas, para lo que es necesario que sean sumativas y formativas.
Desde mis comienzos, siempre planifiqué de la mano de la tecnología y desde: ”la formulación de proyectos, para resolver diferentes problemas, asumir retos que garanticen el aprendizaje significativo”. Pero además, siempre estoy en la búsqueda para que las evaluaciones sean desafiantes, motivadoras; donde se los invite a formular respuestas tras la previa relación de conocimientos previos y científicos, motivando a la justificación.
La evaluaciones memorísticas, son interesantes justamente para estimular la memoria pero no garantizan el aprendizaje.
En conclusión, desde mi observación y perspectiva la evaluación mejora los aprendizajes y además estimula a los estudiantes tras sus logros.
