Educación

Resignificación de la Educación desde la Transcomplejidad

Una propuesta educativa para el Siglo XXI

La educación ha sido y será el motor fundamental de toda sociedad que está constantemente transformándose; sin embargo, se evidencia en la mayoría de las investigaciones que las aulas de clase, docentes y modos de enseñar, en su mayoría están ubicados en una enseñanza tradicional, propia del siglo pasado. Sin embargo, a pesar de lo anterior, la realidad  está demostrando cambios en el sistema educativo, en todos sus niveles; el tiempo avanza y, si no se dota de formación  adecuada  y  pertinente  en  el  corto  y  mediano  plazo  a  los  educandos, se corren serios riesgos de quedar desfasados con respecto a elementos importantes  que  necesitan  dominar  los  ciudadanos  para  afrontar  la  sociedad  del conocimiento; de no ser enfrentado este reto como corresponde se estará colaborando a ampliar aún más la brecha digital.

La educación tiene la responsabilidad de abordar la formación del individuo en forma integral, en su esencia bio-psico-social por medio del proceso  enseñanza y aprendizaje en forma contextualizada, posibilitando en el discente el desarrollo de las competencias conceptuales, actitudinales y procedimentales que le permitan integrarse a la sociedad. En este contexto la educación transcompleja potencia el desarrollo del ser a través de sus fundamentos teóricos desde la multidimensionalidad y la transdisciplinariedad, lo cual según Villegas (2012) se dan “con, entre y para seres humanos, atendiendo a su biología, racionalidad, afectividad y espiritualidad con miras a conformar personalidades integras e integrales”.

Tomando en cuenta, que la transcomplejidad es vista como un constructo que se origina en la vinculación transdisciplinariedad y complejidad, por un lado, y como una cosmovisión de complementariedad que en el caso de la educación implica multiplicidad de teorías, enfoques, estrategias y actores, por el otro, la educación desde el concebida desde la transcomplejidad, es un proceso que establece un conjunto de relaciones que van desde el interior del individuo hacia su relación con los demás y el mundo que lo rodea, en un proceso que apuesta a la integración.

De modo que la educación y la transcomplejidad son dos conceptos que van de la mano, en vista que la primera forma al individuo formal y sistemáticamente por un lado e informalmente por el otro, pero en ambos casos, el fin es superar las fronteras del conocimiento y formar a un ser humanos con consciencia critica, social, ambiental, educativa y personal, con una visión de libertad y futuro y no encerrado en su propio nicho personal, sino que actúe como un agente de cambio.

Este abordaje novedoso de la educación transcompleja contiene fundamentos teóricos que representan una nueva visión para gestionar el proceso educativo para la producción del conocimiento, basados en la complementariedad, transdisciplinariedad y complejidad de manera integrada, para abordar situaciones concretas en el contexto escolar por medio de multiplicidad de teorías, enfoques, estrategias y actores, entramados en un proceso dinámico, la transdisciplinariedad como herramienta teórica posibilita la interacción entre diferentes áreas del conocimiento, las cuales se dan en forma recíproca entre “aspectos conceptuales, actividades de cooperación a través de relaciones de interdependencia, intercambio e interpretación”. Este proceso permite considerar diferentes puntos de vista que convergen en beneficio del acto educativo, esta visión transdisciplinaria  permite llevar a cabo la gestión para la construcción de conocimiento en el individuo por medio de estrategias cognitivas  producto de las interrelaciones y reciprocidades entre las diferentes disciplinas de manera integrada.

De manera que la educación transcompleja promueve acciones transdiciplinarias permeada por la integralidad, unicidad, holos, espiritualidad, necesidades e intereses de cada uno de los actores educativos, mediante un el  diálogo y la dialéctica permanente para la construcción del conocimiento en colectivo, forjando así, aquel ciudadano deseado por la sociedad actual, que responda a las exigencias de una comunidad planetaria, ecológica y espiritual resaltando los valores más preciados para resguardar la sobrevivencia de la humanidad en las próximas generaciones y el planeta como comunidad global.

Por su parte, Rodríguez y Pérez (2011) afirman que esta promueve una actitud transdisciplinaria en los procesos de investigación, bajo la arquitectura de un pensamiento complejo que permite interpretar los fenómenos sociales, mediante procesos hermenéuticos que se proponen comprender contextos y saberes generados por el ser humano, lo cual requiere una relación sinérgica entre lo cualitativo, lo cuantitativo y lo dialéctico. Para poder relacionar la complejidad y transcomplejidad hay que tener claro la metodología utilizada, que le permitirá al sujeto ser dentro una realidad social, económica, religiosa, política con capacidades transcompleja utilizando diferentes enfoque complejos y transdisciplinaria.

            La cual de acuerdo con Villegas (2012) implica la resignificación de la educación con base a tres ejes temáticos: (a)  pedagogía transdisciplinaria,  reflexiva, afectiva, natural (buscando lo que es el ser humano), y flexible, (b) didáctica trans, es decir, tecnológica, renovada, centrada en el autoaprendizaje, generadora de nexos y saberes y (c)  currículo trans: transdisciplinaria, real, anticipatorio, novedoso y con sentido.

Se trata de un nuevo camino que se abre paso en las transformaciones sociales y tecnológicas que se viven en la actualidad aportando una nueva y múltiple mirada desde una nueva forma de pensamiento que abarca lo lineal y lo complejo, una nueva manera de aproximarse a la realidad multinivel en la que se da cabida a la innovación y la creatividad.

Reconociendo e incorporando los distintos estilos de aprendizajes y diversas modalidades educativas, desde ámbitos formales e informales, dentro y fuera del aula, mediante la conformación de redes virtuales que promuevan un espacio de investigación y de construcción permanente más que de reproducción, en la que se garantiza la ciberdemocracia y participación colectiva, que propenda a  la verdadera emancipación del sujeto, desde la construcción colectiva del conocimiento mediante la intercolaboración, la transdisciplina y la transciencia.

Referencias

Rodríguez, G. y Pérez, Z., (2019). La Investigación Transcompleja en la Educación Universitaria. Investigaciones Interactivas Cobaind. Volumen 1, Nº 04. Disponible en: http://bdigital.ula.ve/

Villegas, C (2012). La Transcomplejidad. Una Nueva Forma de Pensar. Alemania: Editorial Académica Española

Autores

María Alcalá
Melvis Araujo
María Meneses
Henry Padilla
Zoila Silva
Doctorantes en Ciencias de la Educación

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