estrategias de enseñanzaRecursos educativos

Líneas para planificar las clases en la virtualidad – presencialidad

Ideas concretas para planificar nuestro trabajo

En este artículo Diana Guinao expone claves importantes a tener en cuenta en la nueva realidad de la escuela en 2021.

En este año 2021 , continuamos trabajando en un contexto de incertidumbre , hemos recorrido un camino dificil , incierto, inesperado, no obstante, pudimos organizarnos y pensar en las distintas posibilidades de enseñar.

Es preciso considerar en primer lugar, la contingencia en la que estamos embarcados, los estudiantes necesitan sentirse acompañados y seguir teniendo personas de referencia. El disfrute y el deseo por aprender es posible, que no se pierda…

En este nuevo escenario, donde se escuchan voces que plantean un trabajo que alterna el encuentro presencial con el no presencial, sugiero algunas  líneas posibles a tener en cuenta al pensar “la clase” que puedan orientar la toma de decisiones:

  • La vida cotidiana es compleja, y combinar la enseñanza presencial con la no presencial demanda mucho más tiempo que el habitual.
  • Los equipos directivos y docentes deben analizar las condiciones y capacidades que poseen para pensar una propuesta hibrida contemplando el contexto de enseñanza y de aprendizaje. Para ello, el encuentro previo es imperioso, para evaluar las propias capacidades, ajustando expectativas y propuestas
  • Revisar y reprogramar la enseñanza partir de lo desarrollado el año anterior, permitirá dar continuidad a un modo de trabajo adquirido, donde se tendrá que decidir por los saberes que son apropiados trabajar en el aula de aquellos que no, hacer ajustes, definir objetivos y propósitos, focalizar en los núcleos de saberes.
  • Construir y presentar un mapa de trabajo que les permita conocer el recorrido de los saberes.
  • Ser precisos y claros en la definición y explicitación de los objetivos. Establecer criterios de selección que sean adecuados, claros, relevantes y significativos, que permitan definir núcleos de saberes integradores, que se puedan abordar a partir de proyectos de trabajo que involucren varios espacios curriculares, traten sobre problemáticas reales, concretas y de interés.
  • Anticipar a los estudiantes: que se va a trabajar en la presencialidad y que cuestiones no, cómo se va a llevar a cabo la propuesta, explicar la secuencia completa, tiempo estimado, resultados esperados.
  • Definir consignas claras: establecer tiempos estimados, explicitar las interacciones que se esperan: individual, grupal. Se sugiere administrar y dosificar el tiempo y las tareas. No creer que la cantidad es mejor que la calidad. Destinar las estrategias grupales para la presencialidad, dando oportunidad al debate y la contrastación entre pares, generando discusiones ricas, luego del análisis previo e individual. Pocas actividades y con sentido son mejor que una gran cantidad tareas mecánicas y fuera de contexto.
  • Considerar la cantidad de horas semanales que el estudiante destina al estudio.
  • Atender a la diversidad del grupo, ofreciendo distintas posibilidades de abordar el conocimiento, evitando actividades y formatos repetitivitos.
  • Garantizar la disponibilidad de materiales.
  • Pautar y comunicar semanalmente las actividades. Indicar si son obligatorias, optativas, grupales o individuales.
  • No hay que asumir que los padres están disponibles para apoyar en la enseñanza. Hay que tratar que los estudiantes lleven a cabo las tareas de forma autónoma.
  • Aprovechar el contexto actual. El escenario es propicio para generar vínculos a favor de los aprendizajes.
  • Centralizar las tareas del estudiante con el resto del equipo docente del mismo curso. Los docentes deben estar coordinados para que haya lógica. Y coherencia. Hay que invertir tiempo en trabajo en equipo y propiciar trabajos en proyectos, secuencias integradas, determinar capacidades, habilidades a desarrollar.
  • Dar importancia y ceder espacio para la retroalimentación como instancia de aprendizaje. Es importante desde lo emocional y cognitivo. Ser clarificadores y hacer uso de ejemplos.
  • La evaluación es valoración, acompañamiento y monitoreo. Siempre que planificamos pensamos también en aquellas evidencias de aprendizaje. Acompañemos el proceso con rubricas, que den cuenta cómo se está llevando a cabo el proceso de aprendizaje. Utilicemos al portfolio como instrumento de evaluación, ya que permite acopiar todos los trabajos realizados, y en algún momento de encuentro el estudiante a través de un proceso de reflexión e intercambio.

Hola 👋
Un placer conocerte.

Regístrate gratis para recibir toda la información sobre eventos educativos, cursos, noticias y recursos para educadores.

¡No enviamos spam! Lee nuestra política de privacidad para más información.

Mostrar más

Diana Guinao

Lic. y Prof. en Ciencias de la Educación. Cursó la Maestría en Didácticas especificas con orientación en Ciencias Sociales. Actualmente es alumna de la Maestría en PEDAGOGIA y de la especialización en asesoramiento pedagógico y de gestión. Docente de la Universidad Nacional de la Patagonia Austral, Instituto de Formación docente de Santa Cruz. Asesora pedagógica escuelas secundarias. Docente Pos título de Gestión Provincia de Santa Cruz. Fue Directora General del Instituto Aonikenk. Escribió varios artículos sobre Gestión Institucional. Dicto cursos y talleres sobre la construcción del PEI y PCIi. Diseñadora de las carreras del Instituto Superior de Guías de Montaña. Actualmente se desempeña en Rio Negro como TAE y Psicopedagoga en el ETAP. Es Co coordinadora de TRAMASBARILOCHE

Publicaciones relacionadas

Deja un comentario

Botón volver arriba