Liderazgo educativoRed REDIE

Reseteando la formación de lideres educativos

El modelo DPLE propuesto por REDIE y resultados de un encuentro de producción colaborativa

En el ámbito de la educación, el concepto de liderazgo se extiende mucho más allá de simples tareas administrativas o posiciones jerárquicas. Abarca una interacción dinámica de visión, influencia y compromiso para fomentar un ambiente propicio para el aprendizaje y el crecimiento. Para comprender cómo un liderazgo efectivo moldea los escenarios educativos, es esencial definir lo que significa el liderazgo dentro de este contexto.

El liderazgo en la educación puede describirse como la capacidad de inspirar y guiar a individuos hacia un objetivo común—es decir, mejorar la experiencia educativa tanto para los estudiantes como para los educadores. Diferentes estilos de liderazgo emergen dentro de este marco, cada uno con sus propias implicaciones para la cultura escolar. Los líderes transformacionales motivan a sus equipos apelando a valores y aspiraciones compartidas; los líderes transaccionales se centran en procesos estructurados y recompensas; mientras que los líderes instruccionales priorizan los métodos de enseñanza y los resultados estudiantiles. Cada estilo impacta cómo los educadores se sienten valorados, apoyados y empoderados en sus roles.

Como una especie de spoiler, adelanto que adhiero plenamente al estilo de liderazgo transformacional, tan necesario para conducir escuelas y universidades bajo un contexto con características BANI (Frágil, Ansioso, No Lineal e Incomprensible).

Ahora bien, el hecho de establecer una visión clara es fundamental para cualquier líder que busque generar cambios dentro de una institución educativa. Una visión bien articulada sirve como un faro orientador que dirige esfuerzos hacia objetivos específicos mientras inspira la participación colectiva entre los miembros del equipo docente. Cuando los educadores comprenden no solo qué están haciendo sino por qué lo están haciendo, es más probable que abracen la innovación y la colaboración.

Un liderazgo efectivo también crea un terreno fértil para el desarrollo profesional entre los educadores mismos—un elemento crítico para fomentar futuros líderes dentro de los sistemas educativos. Al priorizar oportunidades continuas de capacitación junto con prácticas colaborativas como coaching entre pares o programas de mentoría, los líderes pueden cultivar un ambiente donde los miembros del personal se sientan empoderados continuamente para desarrollarse tanto personal como profesionalmente.

Además, una comunicación efectiva juega un papel integral en dar forma a la cultura escolar bajo una fuerte influencia del liderazgo—la capacidad no solo para articular expectativas claramente sino que también escuchar activamente fomenta la confianza entre administradores y miembros del profesorado por igual.

En su núcleo reside otro componente vital: reconocimiento—el reconocimiento que cada educador aporta talentos únicos dignos de celebración contribuye significativamente hacia crear culturas organizacionales positivas propicias no solo para mantener la excelencia sino también por esforzarse aún más allá en el tiempo.

El pasado jueves participé en el Congreso Innova Educa 21 organizado por la Universidad Siglo 21 de Argentina. Allí tuve la posibilidad de compartir ideas sobre la educación de futuros líderes desde la perspectiva que tenemos en REDIE (Red de Directivos de Instituciones Educativas). Dicha presentación fue una invitación a desarrollar de forma colaborativa con todos los presentes un esquema con sugerencias e ideas para un efectivo desarrollo profesional de líderes educativos. Aquí algunas conclusiones:

Ante la pregunta acerca de si lo líderes educativos nacen o se hacen la mayoría de los presentes consideró que “se hacen”. Partir de la concepción de que el liderazgo se puede aprender nos brinda un sinfín de posibles acciones de acompañamiento y formación a desarrollar.

Mi postura personal respecto de lo primero con lo que se debe trabajar es en la adquisición de una mentalidad de liderazgo y como dice Jordi Alemany (2022) ésta debe estar compuesta por el trabajo profundo en la inteligencia emocional y la predisposición del futuro líder a ser un guía y educador para los demás.

El mindset del líder escolar debe enfocarse en cuatro aspectos principales:

  • Propósito (visión)
  • Mejora institucional y de los aprendizajes
  • Comunicación e influencia
  • Generación de Confianza

En cuanto a las habilidades y capacidades a desarrollar, el grupo de profesionales de la educación participante opinó que la comunicación, la escucha y la empatía son las principales e ineludibles.

Otro aspecto destacado para la conformación de nuestro modelo de desarrollo profesional es a través de qué fuentes se aprende cuando ya estamos trabajando. Si bien nos basamos en el modelo 70-20-10 utilizado en las empresas (compuesto en 70% de aprendizaje experiencial, 20% aprendizaje social y 10% aprendizaje formal), pudimos establecer nuestro esquema con porcentajes propio en donde las principales fuentes de aprendizaje son la experiencia y el aprendizaje social o con pares y, por último, la educación formal.

Ante estos resultados presentamos lo que consideramos desde REDIE una buena propuesta para el desarrollo de futuros líderes. Este modelo parte de la idea del desarrollo como un trabajo a llevarse a la práctica en forma de ecosistema, en donde intervienen universidades, escuelas y sus equipos de conducción y comunidades profesionales de aprendizaje.

Para este modelo las universidades brindarían el aprendizaje formal de conocimientos y habilidades, cada equipo de conducción debería, de manera articulada con el resto, proponer instancias de experienciales y de mentoría entre pares para nutrir los conocimientos formales que se adquieran con aprendizaje de tipo experiencial y, por último, las redes profesionales como es el caso de REDIE generarían comunidades de aprendizaje colaborativo entre pares que agreguen valor a la propuesta toda.

En este modelo el trabajo se llevaría a cabo de forma articulada entre los actores mencionados y de esta forma lograríamos que ocurra lo planteado en el modelo 70-20-10.

Al modelo que proponemos lo denominamos DPLE (Desarrollo Profesional de Lideres Educativos) y busca que la trayectoria de los futuros lideres sea personalizada y acorde a las necesidades y características de cada individuo y de cada institución en donde se desempaña.

Modelo DPLE propuesto por REDIE

Proponemos este modelo y desde REDIE estamos dispuestos a dialogar con quien se quiera sumar al ecosistema. Si les interesa que articulemos una propuesta de formación con REDIE escribe a redieglobal@gmail.com y con gusto analizaremos los caminos posibles para llevar la articulación a la práctica.

Como conclusión, me parece interesante destacar las ideas surgidas de esta experiencia de trabajo colaborativo en Innova Educa 21. Acá están las ideas surgidas de forma colaborativa:

  • Fortalecer comunicación y Compartir experiencias
  • Salir del escritorio cuanto puedan y compartir siempre
  • Capacitación y reflexión acción en servicio
  • Capacitación en negociación
  • Jornadas de convivencia
  • Con espacios de intercambio para compartir las formaciones académicas recientes y experiencias innovadoras den las prácticas docentes.
  • Capacitación en servicio, trabajo en equipo
  • Capacitación. Asesorías. Acompañamiento. Feedback
  • Una vez por semana tienen una jornada de 2 horas de capacitación
  • Trabajo de equipo. Elección de roles.
  • Capacitaciones, formación directiva
  • A partir de compartir el tacit knowledge. Recorriendo lugares de aprendizaje y compartiendo el conocimiento
  • Capacitaciones. Formaciones
  • Capacitaciones Lecturas. Prácticas. Charlas e intercambios
  • Jornadas formativas
  • Reuniones de capacitación. Trabajo en equipo. Documentar procesos de acción.
  • Propuestas continuas. Experiencia en el aula con cada grupo. Reuniones docentes frecuentes
  • Trabajo colaborativo
  • Programa de Actualización/Capacitación obligatoria mensual
  • Escucha activa, capacitación, planificación conjunta, seguimiento, cogestión
  • Aprendizaje colaborativo. Proyectos interdisciplinarios. Compartir buenas prácticas
  • El clima institucional. El diálogo con las familias. El seguimiento de la planificación de los docentes. Generar desafíos diarios en los proyectos educativos
  • Evaluación de necesidades, Formación programas universitarios, formación interna. Staff meetings mensual por niveles

¡¡¡Gracias a quienes fueron parte de este encuentro de trabajo colaborativo!!!

Bibliografía:

Alemany, J. (2022) Liderazgo imperfecto – Educando a los lideres del siglo XXI, Experimenta editorial, Madrid.

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Alfredo da Costa

Magister en Educación (Universidad de San Andrés). Lic. en Ciencias de la Comunicación y tecnólogo educativo. Director del Instituto Cardenal Stepinac de Hurlingham, Buenos Aires. Director de la revista Gestión Educativa. Fundador de la Red de Directivos de Instituciones Educativas (REDIE). Director Ejecutivo de Design for Change Argentina. CEO en NextBrain Educación.

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