Docentes

Desafíos de la planificación didáctica: Una realidad escolar

La planificación educativa se constituye como un eje central de la tarea docente y un motivo cotidiano de tensiones entre los/as actores involucrados/as en la institución.  La posibilidad de ofrecer una educación de calidad e igualitaria requiere  planificar la enseñanza de manera cuidadosa y participativa. Debe tener  en cuenta las necesidades y particularidades de los destinatarios.

El planificar requiere no sólo de los conocimientos propios de los y las docentes sino fundamentalmente de lo instaurado a partir de políticas educativas. A partir de éstas, se deberán desarrollar las propuestas áulicas. Un problema existente dentro del sistema educativo es que, muchas veces, lo generado en ámbitos gubernamentales poco tiene que ver con la realidad escolar. Son descontextualizadas, sin relación con la realidad ni con posibilidad de impacto positivo real. Así mismo, es fundamental analizar no sólo los lineamientos establecidos sino, por sobre todo, su evaluación. De esta manera se podrán hacer los ajustes necesarios y establecer políticas públicas que permitan aprendizajes profundos en la comunidad .

Por su parte, el Estatuto docente[1] (Artículo 6) asegura que: Son obligaciones del personal docente: a) Desempeñar digna, eficaz y responsablemente las funciones inherentes al cargo. Ante esto, es imprescindible cuestionarse cuál es el sentido que se tiene de la educación, qué se cree del conocimiento, cuál es el posicionamiento frente al derecho a recibir una educación de los y las estudiantes, así como también posicionarse frente a la obligación docente de enseñar e incluso es pertinente considerar qué se contempla respecto a la infancia ya que estas apreciaciones impactarán en cómo los y las docentes desarrollen su planificación didáctica.  Así mismo, es necesario contar con líderes pedagógicos o equipos directivos capacitados para diseñar las estrategias necesarias y apropiadas que permitan alcanzar los objetivos tanto a corto como a largo plazo en las instituciones educativas. Estos planes estratégicos son esenciales para brindar una educación de calidad.

Todos y todas sabemos la complejidad que reviste la dinámica escolar. La planificación busca disminuir los posibles riesgos que pueden suscitarse además de asegurar la calidad educativa ya que se orienta a la concreción de propósitos y objetivos, mejora la pertinencia de las actividades considerando las características de los y las estudiante también permite gestionar de la mejor manera posible tiempos y recursos pero fundamentalmente garantiza la calidad del aprendizaje ya que fue organizada de manera  coordinada,  comprometida y responsable.

Si bien la planificación es una certeza de la tarea docente, suele verse como un verdadero desafío ya que puede ocasionar tensiones entre docentes-directivos, entre pares, e incluso con el propio educador para sí. Para poder afrontarlas es fundamental considerarla como un proyecto compartido en un marco institucional ya que toda planificación institucional es didáctica y que toda planificación de aula requiere de acuerdos institucionales.   

Por lo cual, es deber del equipo de conducción desarrollar guías claras que proporcionen ejes fundamentales y que consideren, no sólo los intereses institucionales sino, fundamentalmente, que tengan en cuenta los lineamientos curriculares a nivel provincial  para garantizar el derecho de que los niños y niñas puedan acceder a una educación de calidad. De esta manera, se evitará que se enseñe lo que se quiere y no lo que se debe. Se deberán fundamentar las opciones no por tradiciones sino por elecciones pedagógicas basadas en la ética docente a partir de considerar a cada grado como parte de una trayectoria educativa.

De esta manera, se aliviarían las dificultades que puedan presentarse entre colegas debido a que, a partir del proyecto institucional, pueden desarrollarse las opciones pedagógicas de cada año teniendo propósitos y objetivos  compartidos a lo largo de toda la escolaridad. Se requiere así mismo, poseer responsabilidad  para  considerar la planificación como  guía del accionar sin caer en el mero rol de técnicos o implementadores sino ser profesionales de la educación capaces y  con decisiones  fundamentadas. Se deberán considerar las  planificaciones como horizontes sobre el que apoyarse sin que  sean estructuras fijas e inflexibles sino que puedan ser adaptadas a las particularidades que se vayan presentando a partir de vehiculizar las decisiones pedagógicas que sean necesarias en relación al contexto circundante. Consecuentemente, se disminuirán las dificultades que pueden presentarse  entre docentes e incluso en lo que se refiere al docente para sí.

En conclusión, es necesario considerar la planificación educativa con la complejidad que presenta. Habrá que  reflexionar, entre todos los actores de la comunidad educativa incluyendo los miembros gubernamentales, a partir  de un análisis crítico sobre los modelos que se llevarán a cabo para  identificar aquellos que garanticen la calidad educativa y prioricen la creatividad, la colaboración, la ética, la responsabilidad y  el accionar  fundamentado. Contemplándolas como una oportunidad de repensar y reinventar las propuestas de educación.  Son instancias valiosas para ponderar el valor del trabajo docente, los esfuerzos coordinados de los actores involucrados y la necesidad de proponer un sistema educativo más justo, inclusivo y de calidad.


[1] Senado y Cámara de Diputados de la Provincia de Buenos Aires (2006). Estatuto docente. Bs.as. PBA.

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Paula Camila Pérez Hernández

Profesora de educación primaria. Estudiante avanzada de la licenciatura en Gestión educativa UNTREF.

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