Gestión y Liderazgo

Gestión del Cambio: Los ocho pasos de Kotter para una transformación escolar exitosa

la gestión del cambio en los colegios frente a los desafíos del siglo XXI

La gestión del cambio es fundamental para el éxito de cualquier organización. En este artículo, exploraremos los ocho pasos propuestos por John Kotter que facilitan una transformación efectiva y sostenible en las escuelas, dando ejemplos concretos de cómo gestionar el cambio en instituciones educativas.

Qué es la Gestión del Cambio

La gestión del cambio es un proceso fundamental en el entorno escolar moderno. Permite a las organizaciones educativas adaptarse a las transformaciones necesarias para sobrevivir, prosperar y lograr el objetivo principal de brindar la mejor educación posible para sus estudiantes. Con la rápida evolución de la tecnología y la dinámica del contexto BANI (Frágil, Ansioso, No lineal e Incomprensible) en el que estamos inmersos, entender cómo implementar cambios de manera efectiva se ha vuelto crucial.

En este enfoque no solo se trata de introducir nuevas estrategias o tecnologías, sino de gestionar la transición de manera que se minimicen las resistencias y se maximicen los beneficios. A través de un enfoque estructurado, las comunidades educativas pueden facilitar la aceptación de nuevas ideas y prácticas.

Paso 1: Crear Sensación de Urgencia

El primer paso en la gestión del cambio es crear una sensación de urgencia. Esto implica comunicar de manera efectiva la necesidad de cambio. Sin una percepción clara de que el cambio es necesario, la mayoría de las personas no se moverán de su zona de confort.

Para lograrlo, es esencial presentar tanto las oportunidades que se pueden aprovechar como las amenazas que se deben enfrentar. Al mostrar las consecuencias de no actuar, se fomenta un sentido de urgencia que motiva a los docentes y no docentes del colegio a comprometerse con el proceso de cambio.

Como puntos destacados de este paso propuesto por Kotter podemos encontrar los siguientes:

  • Identificar los factores que impulsan el cambio.
  • Comunicar los riesgos de mantener el statu quo.
  • Involucrar a todos los niveles de la organización en la conversación.

Ahora bien, esta explicación es para cualquier tipo de organización, pero ¿cómo sería en una institución educativa?

Si trasladamos este paso al ámbito educativo, el mismo se puede lograr al resaltar datos que subrayen la necesidad de cambio, ya sea mediante la disminución de los puntajes de rendimiento estudiantil o comentarios de los maestros y/o profesores que expresan insatisfacción con las prácticas actuales.

Por ejemplo, la “escuela secundaria A” (no podemos dar los datos en este artículo por falta de autorización) que enfrentaba bajos niveles de compromiso entre los estudiantes inició discusiones sobre estas estadísticas durante reuniones del personal y foros comunitarios.

Al abordar abiertamente estos problemas y fomentar el diálogo sobre soluciones potenciales, movilizaron a las partes interesadas en torno a una urgencia compartida por mejorar.

Otro ejemplo podría ser el de una escuela que lucha con puntajes de exámenes decrecientes y estudiantes desinteresados. El director podría llevar a cabo una reunión donde comparta datos recientes sobre el rendimiento junto con testimonios de estudiantes expresando sus sentimientos acerca de la relevancia del currículo actual.

Al yuxtaponer estas narrativas con historias de éxito de otras escuelas que han adoptado métodos innovadores de enseñanza, los líderes pueden crear efectivamente una narrativa alrededor de la urgencia (una que anime a las partes interesadas a cuestionar el statu quo).

Otra forma de generar urgencia es mediante los talleres; estos juegan un papel crucial en la generación de urgencia dentro de una comunidad educativa. Estas sesiones interactivas brindan oportunidades para que las partes interesadas interactúen directamente con datos y colaboren en soluciones creativas. Por ejemplo, organizar un taller centrado en identificar las barreras que enfrentan los estudiantes puede revelar perspectivas sobre desafíos colectivos mientras empodera a los participantes al involucrarlos en discusiones sobre resolución de problemas.

Cuando los educadores sienten que su aporte moldea posibles cambios (y cuando los padres ven sus voces escuchadas) el compromiso colectivo hacia una acción urgente crece exponencialmente.

Otro método potente para generar urgencia es fomentar canales abiertos de comunicación donde las preocupaciones puedan expresarse libremente sin temor a represalias. Establecer foros regulares (ya sean reuniones comunitarias o charlas informales) puede facilitar el diálogo entre la dirección y el personal docente, así como entre maestros y padres. En estos espacios, los miembros de la comunidad educativa pueden discutir sus experiencias sinceramente mientras exploran mejoras potenciales juntos.

Noten que todos estos métodos se enmarcan dentro de la idea de Comunidades Profesionales de Aprendizaje, algo que sugiero siempre en mis conversaciones con colegas y en mis artículos.

Paso 2: Formar una Coalición Poderosa

Una sola persona rara vez puede liderar un cambio significativo. Por eso, el segundo paso es formar una coalición poderosa. Este grupo debe incluir personas influyentes dentro de la organización que puedan apoyar y promover el cambio.

Una coalición efectiva combina distintos niveles jerárquicos y áreas de expertise. La diversidad en el grupo ayuda a abordar el cambio desde múltiples perspectivas, lo que aumenta las posibilidades de éxito.

La bibliografía de Kotter en este paso podría resumirse en:

  • Seleccionar líderes respetados y con capacidad de influencia.
  • Fomentar la colaboración entre departamentos.
  • Establecer metas claras para la coalición.

Una vez conseguido el paso uno en nuestra escuela, es esencial entender qué constituye una coalición efectiva. Una coalición exitosa no es simplemente un grupo de individuos en posiciones de autoridad; más bien, está compuesta por maestros, directivos, padres e incluso estudiantes que comparten un compromiso con la mejora de los resultados educativos. Esta diversidad aporta variadas perspectivas que enriquecen las discusiones y los procesos de toma de decisiones.

Identificar a los miembros potenciales de la coalición requiere una cuidadosa consideración. Busque individuos que ya sean influyentes dentro de la comunidad escolar; aquellos cuyas opiniones les importan a otros miembros. Estos pueden incluir a maestros con mucha antigüedad conocidos por su experiencia o miembros más nuevos del personal con ideas frescas. También es beneficioso incluir representantes de diferentes departamentos o niveles académicos para asegurar una representación integral en toda la escuela.

Una vez identificados, reunir a estas personas requiere crear un ambiente propicio para la comunicación abierta y la colaboración. Que el equipo directivo logre establecer reuniones regulares donde los miembros de la coalición puedan expresar sus puntos de vista libremente es crucial.

Durante estas reuniones, los líderes del cambio deben fomentar sesiones de lluvia de ideas donde todas las ideas sean bienvenidas sin juicio. Este enfoque no solo construye confianza, sino que también empodera a los miembros al darles propiedad sobre el proceso de cambio.

Un método efectivo para fomentar la colaboración es a través de ejercicios para construir equipos que fortalezcan las relaciones interpersonales entre los miembros de la coalición.

Paso 3: Crear una Nueva Visión

Crear una nueva visión es fundamental para guiar el cambio. Esta visión debe ser inspiradora y ofrecer un propósito claro que motive a los miembros de equipo. No se trata solo de implementar un nuevo sistema, sino de redefinir el rumbo de la institución.

La visión debe conectar emocionalmente con las personas, mostrando cómo el cambio beneficiará tanto a la organización educativa como a los docentes y sus estudiantes. Una visión bien comunicada puede ser el motor que impulse el compromiso y la acción.

En este paso Kotter destaca en su bibliografía los siguientes aspectos:

  • Desarrollar una visión que resuene con todos los niveles de la organización.
  • Incluir elementos que reflejen los valores y la cultura de la empresa.
  • Asegurarse de que la visión sea comprensible y accesible para todos.

Para comenzar a desarrollar esta visión, es esencial involucrar a varios interesados en discusiones sobre sus esperanzas para el futuro de la educación dentro de su institución.

Una vez creado un borrador de la visión, debe ser evaluado según varios criterios: ¿Es aspiracional pero alcanzable? ¿Refleja valores fundamentales? ¿Puede comunicarse fácilmente? Las respuestas a estas preguntas ayudarán a refinar la visión para que resuene profundamente con aquellos que tendrán la tarea de hacerla realidad.

La comunicación efectiva es igualmente vital para asegurar que esta visión penetre cada aspecto de la vida escolar. 

Paso 4: Comunicar la Visión

Una vez que se ha creado la visión, el siguiente paso es comunicarla de manera efectiva. La comunicación debe ser constante y utilizar múltiples canales para asegurar que llegue a todos. No se debe subestimar la importancia de la comunicación bidireccional.

Es crucial verificar que la audiencia no solo escuche, sino que entienda y se convenza de la visión. Esto puede implicar reuniones, correos electrónicos, y sesiones de preguntas y respuestas donde se aborden inquietudes.

Algunas posibilidades de lograr una comunicación eficaz de la visión escolar podrían ser:

  • Utilizar testimonios y ejemplos concretos al comunicar la visión.
  • Reforzar la comunicación a través de diferentes formatos y plataformas.
  • Estar abierto a recibir feedback y ajustar la comunicación según sea necesario.

En este aspecto, sugiero utilizar las tres ideas sobre comunicación institucional que menciono en cada artículo y ponencia que dicto:

  • Lograr una escuela comunicante a través de una comunicación organizada
  • Comunicación Obliga (tener en cuenta que una vez que comunicamos estamos obligados a actuar en consecuencia)
  • Llevar a la práctica el marco de trabajo de la Comunicación Institucional Integradora (desarrollado por NextBrain Educación)

Paso 5: Empoderar a las Personas

Empoderar a las personas es esencial para que se sientan capaces de actuar en función de la nueva visión. Esto implica eliminar obstáculos que puedan impedir el progreso y ofrecer el apoyo necesario para que cada empleado pueda contribuir al cambio.

Al fomentar un ambiente donde se celebre el intento y el aprendizaje, se fomenta una cultura de innovación y adaptación. Además, reconocer y celebrar los logros, por pequeños que sean, puede motivar a otros a involucrarse en el proceso.

  • Identificar y eliminar barreras que impidan el cambio.
  • Brindar capacitación y recursos necesarios para el nuevo enfoque.
  • Celebrar los éxitos, por pequeños que sean, para mantener la motivación alta.

En el camino de la transformación educativa, uno de los aspectos más críticos es empoderar a los individuos dentro de la institución para que superen los obstáculos que impiden el progreso.

Para comenzar, es esencial entender que la resistencia a menudo proviene del miedo o la incertidumbre entre el personal. Los maestros pueden preocuparse por su capacidad para adaptarse a nuevos métodos o currículos, y pueden sentirse abrumados ante la perspectiva de responsabilidades adicionales. 

Una estrategia efectiva para empoderar a los maestros implica proporcionar oportunidades continuas de desarrollo profesional adaptadas a sus necesidades. Talleres, sesiones de capacitación y comunidades de aprendizaje dirigidas por pares pueden ser instrumentales para equipar a los educadores con nuevas habilidades y conocimientos relevantes para los cambios que se están implementando. 

Un ejemplo inspirador proviene de la escuela B, que enfrentó una resistencia significativa al introducir entornos educativos mejorados por tecnología. Los maestros inicialmente reacios fueron alentados mediante sesiones personalizadas de coaching enfocadas en desarrollar habilidades digitales relevantes para sus aulas. A medida que los educadores se sentían más cómodos utilizando la tecnología como herramienta docente (gracias en parte al apoyo continuo) comenzaron a integrarla creativamente en sus planificaciones. El cambio no solo mejoró la participación estudiantil sino también fomentó la colaboración entre miembros del profesorado al compartir prácticas exitosas entre sí.

Paso 6: Planear Victorias Rápidas

El éxito en la gestión del cambio no puede esperar. Planear victorias rápidas es esencial para mantener el impulso y la moral del equipo. Estas victorias, aunque pequeñas, deben ser visibles y significativas.

Es fundamental identificar objetivos a corto plazo que permitan a los empleados ver resultados tangibles de su esfuerzo. Esto no solo refuerza la confianza en el proceso de cambio, sino que también genera un sentido de logro.

Es este aspecto Kotter destaca las siguientes acciones:

  • Definir metas específicas y alcanzables en plazos cortos.
  • Celebrar cada logro, independientemente de su tamaño, para mantener la motivación.
  • Utilizar estas victorias para comunicar el progreso y reforzar la visión del cambio.

El acto de celebración cumple múltiples propósitos en un entorno educativo. Primero, actúa como un poderoso motivador. Cuando miembros del personal, estudiantes y padres ven cómo su arduo trabajo culmina en resultados tangibles, se sienten validados en sus esfuerzos.

Esta validación puede llevar a un aumento en la moral y un sentido de comunidad entre todas las partes interesadas. Psicológicamente, las celebraciones crean asociaciones positivas con las iniciativas de cambio, transformando la resistencia potencial en entusiasmo.

Para celebrar efectivamente los éxitos dentro de un entorno escolar, primero se deben identificar hitos clave que marquen el progreso a lo largo del viaje transformador. Estos hitos pueden ser grandes o pequeños (desde implementar con éxito una nueva estrategia pedagógica hasta lograr métricas mejoradas de rendimiento estudiantil o incluso realizar un evento exitoso de participación comunitaria).

Una vez identificados estos hitos, las escuelas pueden emplear diversas tácticas para celebrarlos significativamente:

  1. Ceremonias de Reconocimiento: Organizar eventos donde los logros sean reconocidos públicamente puede fomentar el orgullo dentro de la comunidad. Por ejemplo, las escuelas pueden celebrar eventos al final del período donde se reconozca a docentes y estudiantes por sus contribuciones hacia alcanzar objetivos específicos relacionados con la iniciativa de cambio.
  2. Destacar Historias Exitosas: Compartir historias individuales o grupales exitosas a través de boletines informativos o redes sociales permite un reconocimiento más amplio más allá de los participantes inmediatos. Por ejemplo, presentar a docentes que han integrado con éxito nuevos enfoques pedagógicos puede inspirar a otros a seguir su ejemplo mientras también se muestra innovación dentro de la escuela.
  3. Incorporar Celebraciones en Reuniones Regulares: Hacer que las celebraciones formen parte de las reuniones regulares del personal garantiza un reconocimiento continuo sin requerir eventos separados cada vez que se logra progreso. En estas reuniones, los equipos podrían compartir actualizaciones sobre sus proyectos relacionados con reformas escolares mientras destacan los éxitos alcanzados durante el camino.
  4. Crear Exhibiciones Visuales: Establecer carteleras o exhibiciones digitales que muestren logros fomenta un ambiente donde el éxito es visible diariamente. Por ejemplo, mostrar datos antes y después sobre el rendimiento estudiantil junto con testimonios del profesorado sobre mejoras fomenta un sentido de pertenencia entre los miembros del personal respecto a sus roles en fomentar resultados positivos.
  5. Involucramiento Comunitario: Involucrar a padres y organizaciones locales en celebraciones amplifica su impacto al construir conexiones más fuertes entre escuelas y comunidades (mostrando cómo los esfuerzos colectivos contribuyen positivamente hacia objetivos educativos).

Paso 7: Consolidar Cambios

Consolidar los cambios es un paso crítico en la gestión del cambio. Una vez que se han logrado algunas victorias, es importante asegurarse de que estos cambios se integren en la estructura organizacional.

Esto puede implicar la actualización de políticas, procedimientos y sistemas para reflejar las nuevas formas de trabajo. Además, es vital que los líderes continúen apoyando y promoviendo estos cambios para evitar una regresión.

Al respecto Kotter resalta los siguientes aspectos:

  • Incorporar los cambios en los procesos de evaluación del desempeño.
  • Asegurar que la capacitación y los recursos estén disponibles para todos los empleados.
  • Establecer mecanismos de retroalimentación para ajustar el enfoque según sea necesario.

La importancia de sostener los cambios

Ahora bien, tan importante como celebrar éxitos es asegurar que estos se traduzcan en cambios duraderos dentro de los sistemas educativos (un concepto referido como consolidación de los éxitos). Para lograr esta sostenibilidad se requieren acciones deliberadas dirigidas a incrustar cambios profundamente en la cultura organizacional en lugar de tratarlos como giros temporales impulsados únicamente por entusiasmo individual o mandatos administrativos solos. Porque si eso sucede, cuando la persona deja la institución, el cambio se esfuma.

Una estrategia efectiva para consolidar cambios implica integrar prácticas exitosas directamente en rutinas cotidianas tanto dentro como fuera del aula:

  1. Programas de Desarrollo Profesional: Las sesiones continúas centradas en reforzar estrategias recién adoptadas mantienen viva la inercia mientras empoderan a educadores con herramientas necesarias para una implementación sostenida (asegurando que todos tengan acceso no solo durante fases iniciales sino continuamente después también)
  2. Mecanismos De Retroalimentación: Establecer canales mediante los cuales los miembros del equipo docente puedan proporcionar comentarios sobre diversas iniciativas fomenta la pertenencia entre los participantes. La realización de encuestas regulares permite oportunidades para que los educadores reflexionen sobre lo que está funcionando bien (y lo qué podría necesitar ajustes).

3 . Establecimiento De Objetivos A Largo Plazo: Las escuelas deben desarrollar objetivos alineados con las declaraciones iniciales guiando esfuerzos transformadores; establecer benchmarks (comparaciones) específicamente vinculados con aquellas aspiraciones del inicio ayuda a mantener el enfoque ante distracciones urgentes del día a día.

4 . Construcción De Capacidad De Liderazgo: Fomentar oportunidades de desarrollo de liderazgo promueve una responsabilidad compartida y asegura diversas perspectivas en los procesos de toma decisiones frente al cambio

El proceso integrador frecuentemente requiere paciencia ya que el cambio duradero no ocurre de la noche a la mañana (exige esfuerzo constante y dedicación de cada miembro). Pero contribuir de manera colectiva con el proceso de cambio cultiva entornos de aprendizaje prósperos.

Paso 8: Reforzar Cambios Hechos

Reforzar los cambios es esencial para que se conviertan en parte de la cultura organizacional. Esto implica no solo mantener los nuevos procesos, sino también buscar continuamente nuevas oportunidades de mejora.

Los líderes deben estar atentos a la implementación de nuevos cambios que se construyan sobre las bases de los cambios anteriores. Esto asegura que la escuela no solo se adapte, sino que evolucione y mejore en sus prácticas.

En este octavo paso Kotter destaca como necesario:

  • Realizar evaluaciones periódicas para medir la efectividad de los cambios implementados.
  • Fomentar una cultura de aprendizaje continuo y adaptación.
  • Identificar nuevas áreas de mejora que se alineen con la visión organizacional.

Errores Comunes en la Gestión del Cambio

La gestión del cambio no está exenta de desafíos. Existen errores comunes que pueden obstaculizar el proceso y deben evitarse a toda costa. Reconocer estos errores es el primer paso para superarlos.

  • No establecer una sensación de urgencia adecuada, lo que puede llevar a la complacencia.
  • Fallar en la creación de una coalición poderosa que apoye la iniciativa de cambio.
  • Carecer de una visión clara y convincente que inspire a los empleados.
  • Comunicar de manera insuficiente o inefectiva, generando confusión y desconfianza.
  • No eliminar obstáculos que impidan la adopción del cambio.
  • Olvidar planear victorias rápidas que mantengan el entusiasmo por el cambio.
  • Desestimar la importancia de arraigar los cambios en la cultura organizacional.

La Importancia de la Cultura Organizacional

La gestión del cambio es un proceso complejo que requiere un enfoque estructurado y consciente. Una cultura escolar sólida es fundamental para el éxito de cualquier iniciativa de cambio.

Cuando los cambios se integran en la cultura de la institución educativa, se aseguran de que se mantendrán a largo plazo. Esto no solo mejora la adaptabilidad de la escuela, sino que también fomenta un ambiente donde la innovación y el crecimiento son posibles.

Por lo tanto, es esencial que los líderes no solo se enfoquen en implementar cambios, sino también en cultivar una cultura que apoye y celebre la transformación continua.

Referencias:

  • da Costa, Alfredo (2021), Desarrollo de comunidades de aprendizaje en las escuelas: herramientas TIC para la cultura del encuentro. Portal Educ.ar – https://www.educ.ar/recursos/158010/desarrollo-de-comunidades-de-aprendizaje-en-las-escuelas-her
  • Kotter, John & Rathgeber, Holger (2017), ¡Aquí no hacemos las cosas así!, Buenos Aires, Conecta
  • Kotter, John & Rathgeber, Holger (2021), Nuestro iceberg se derrite, Buenos Aires, Granica
  • Martín, R. B., Rinaudo, M. C. y Paoloni, P. (Comps.). (2018). Comunidades. Estudios y experiencias sobre contextos y comunidades de aprendizaje. Eduvim

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Alfredo da Costa

Magister en Educación (Universidad de San Andrés). Lic. en Ciencias de la Comunicación y tecnólogo educativo. Director del Instituto Cardenal Stepinac de Hurlingham, Buenos Aires. Director de la revista Gestión Educativa. Fundador de la Red de Directivos de Instituciones Educativas (REDIE). Director Ejecutivo de Design for Change Argentina. CEO en NextBrain Educación.

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